lunes, 15 de octubre de 2012

Loxs: promesas cumplidas


Lugar: LOXS CAFÉ BAR
 Dirección: Balcarce y Alvear
Octubre 2012



  EL BARÓN DE LA CERVEZA




La verdad, esta era una visita postergada mucho tiempo y, si me apuran, no sé decir bien por qué. Finalmente, después de un par de semanas de días grises y tormentas apocalípticas, salió el sol en Santa Fe, y también salió el sol para las reseñas, porque por fin, después de varias malas experiencias, encontré un lugar que se lleva las mejores puntuaciones en varios apartados. Para empezar, me gusta mucho la ubicación, en una amplia ochava, con un buen ventanal para disfrutar de la vista, y una esquina que permite que nos sentemos afuera en las noches de primavera y verano a gozar del aire (iba a poner "fresco", pero hay muchas veces en que si hay sólo "aire", ya podemos darnos por satisfechos). También destaco la decoración, con una onda oriental que me parece que queda muy copada y también el diseño de las cartas. Pasando directamente a ese tema, Loxs cumple con creces. Si bien lo elegimos para una "peña cafetera", y en ese apartado no es en lo que más destaca, sí cumple con lo indispensable. Hay café con leche, submarinos, etc. En mi caso tomé un cortado en jarrita que estaba excelente y lo acompañé con un tostado ENORME, que da ganas de mostrarlo a tooooodos los demás lugares donde me han dado tostados vergonzosos, que no llenan una muela y se cobran a precio dólar "blue". Esto era, sin exagerar, el mejor tostado que he comido en la historia de Sin Buscapina. Mis compañeros/as también disfrutaron de muy buenas opciones cafeteras, así que espero que lo comenten. Más tarde, y como el lugar nos gustó para quedarnos, empezamos a pensar qué íbamos a cenar. La moza nos dio varias opciones a modo de recomendaciones, y mi compañero Zero Alcohol y yo elegimos la "Picada Loxs" en su versión "para 2 personas". Nos ha pasado sufrir picadas que se promocionaban "para 4" personas (y el precio era para dividir entre 4, dicho sea de paso) y no alcanzó para saciar la voracidad de apenas TRES famélicos peñistas. Tal vez estaban pensadas para cuatro "portales cósmicos", vaya uno a saber. En este caso, olvídense de eso. El opuesto total: la picada para DOS (2) era una tabla kilómétrica que desbordaba unas milanesas ultra-tiernas, queso, jamón cocido, crudo, salamín, aceitunas verdes, lengua a la vinagreta, pickles, y un generoso plato de papas fritas con algo arriba que no recuerdo qué era pero que estaba buenísimo. Saben bien que tanto quien suscribe como Zero Alcohol no somos precisamente dos peñistas "moderados" a la hora de darle movimiento a la mandíbula, y sin embargo fuimos derrotados sin atenuantes por la picada Loxs, al punto que, como ya lo contará mi compañero, no le quedó lugar para pensar en el obligatorio postre. (Marcaremos esta fecha como histórica). Todo eso lo acompañé con un par de jarritas de liso -fantásticas-, y que también estaban a un precio excelente. Párrafo aparte para la atención, de principio a fin nuestra moza se portó cien puntos. Loxs fue una gran sorpresa y será muy difícil de superar. ¡Ojo que se llena! Vayan temprano o reserven mesa. Creo que este será, a partir de este momento, el segundo domicilio del Barón de la Cerveza. ¡Todavía hay muchas cosas por probar!

  







ZERO ALCOHOL


Al lugar lo registraba de mis caminatas siesteras por Candioti. Un local que miraba con curiosidad, y que prejuzgaba como uno más y poco exitoso, tal vez por estar ubicado del lado sur de Boulevard. Todos sabemos que la gran mayoría de locales del nuevo barrio “top” de Santa Fe están del lado opuesto. Pero grata fue la sorpresa que me deparó al contemplarlo en pleno funcionamiento, ya con la noche cayendo sobre la city, y abarrotado de gente.

Como “entrada” me pedí una gaseosa ZERO (hasta que no me auspicien no doy marcas), y un tostado que me asombró por su tamaño. Finalmente y con el amigo BARÖN nos inclinamos por la picada del lugar, pedida con no pocas dudas ya que las últimas experiencias en este tema han dejado mucho que desear. Y el asombro volvió a impregnar nuestras retinas y paladar. Lo que se ofrecía para dos personas tranquilamente hubiese alimentado a tres. No voy a extenderme en lo que ya han leído. Lo único que voy a decir son dos cosas: no pudimos terminar la tabla, y no pude resistirme a pedir dos jarritas de cerveza a la temperatura justa, violando mis códigos éticos que indican que alcohol, nunca.

Muy buena calidad de comida, muy buen precio, excelente atención, pero…si hay un punto para criticar, éste es el del local. Es cómodo, aunque no muy amplio (se llena rápido). Las consecuencias más visibles se aprecian en que es muy pero muy ruidoso (cero en acústica), y que la puerta, ubicada en el centro del paso, dejaba entrar una corriente de aire helada cada vez que las mozas salían a atender a los comensales de la vereda. Hay que volver sí o sí en el verano para probar el exterior. Muy recomendado, y como nos gustó tanto, esta vez censuramos al Dr, No.

 










Calificación General


4.69