martes, 3 de mayo de 2011

Cómo volver a los ochentas (sin tunear un DeLorean)

Lugar: 1980
Dirección: Sarmiento y Maipú
Abril 2011
 EL CATADOR TEMPLARIO 



Barajado estuvo el jueves último en la mesa chica (electrónica) de Sin buscapina. Es que durante esa mañana los mails iban y venían de casilla en casilla para poder llegar a una definición a la hora de establecer el destino gastronómico del grupo. Y es que se trataba de una fecha especial: por un lado veníamos en " buena racha" con los lugares ya que no habíamos tenido decepciones o "goleadas en contra" en un continuum en lo que a términos fuboleros se refiere. Por otro lado el blog estaba inaugurando su temporada "Otoño/ Invierno" en la estética y a su vez, en lo climatológico. La llegada del otoño comenzaba a hacerse sentir, por lo que pronto el grupo comenzaría con otro tipo de visitas, dejando de lado el aspecto tan culinario que lo caracteriza y pasando a otro un tanto más nostálgico, poético por darle alguna definición.
Pero todo esto será explicado en otra edición. En lo que concierne a esta fecha, finalmente el lugar elegido fue uno de los primeros apuntados del que habíamos escuchado hablar en varias oportunidades. Y el peregrinaje inició un viaje en retroceso hacia....1980.

Sito en la intersección de Sarmiento y Maipú, 1980 se apoderó de ese rincón del bonito Barrio Candioti Norte, barrio que había sido olvidado en esta sección pero beneficiado más en calles como Necochea (Restaurant Il Nono) o Marcial Candioti (El Vesubio).

1980 nos encontró en una noche agradable pero un tanto ventosa, por lo que optamos por sentarnos perpendicularmente a la dirección de la corriente de aire y situarnos sobre calle Maipú, ya que el interior del local estaba reservado en su totalidad por tratarse del Jueves de "noche de karaoke" o "karaoke's night" como gusten. Rápidamente nos adueñamos de la carta que una agradable y bonita moza nos alcanzó (las  repercusiones que tuvo esta femenina en algún integrante de SB fueron otro tema que aunque me obliguen NO voy a contar). La carta adornada con fotos del entrañable Superman de Christopher Reeves (el mejor sin duda), del Negro Olmedo, dibujos de Spiderman, música de la época (de las más ricas musicalmente) y otras yerbas recita una correcta variedad de comidas y bebidas.

Al promediar la noche el recinto se llenó completamente y comenzaron a despachar los "metro chop" (suerte de vaso gigantesco que haría caer una catarata de baba a Barney, el de los Simpsons) en las mesas vecinas junto con picadas abundantes y de muy buena presentación. Las tres medidas de liso son un acierto a las "gargantas con arena" que se toman el primero sin respirar y hacen que el vaso se estire un poco.

Junto con Zero Alcohol degustamos una hamburguesa que era una bestialidad, con papas fritas y demás yerbas cuyo única crítica se la podía formular al pan que era bien casero pero que funcionaría mejor con un lomito que con una burguer, y que fue una especie de desafío al estilo "Man versus Food" de la moza hacia uno de los comensales. Ahora que lo pienso, ese fue el momento del "flechazo" ( NOOO LES VOY A CONTAR CARAJO, NOOOO). Otra cosa criticable podría ser la falta de gaseosas familiares puesto que tienen tanta variedad en liso, lástima que solo haya que pedir gaseosas chicas.

En resumen y viendo la variedad y calidad de los platos que pasaban de mesa en mesa concluyo que es un lugar muy recomendable. Aplaudo a estos nuevos empresarios gastronómicos por adoptar la ecuación de buen servicio + buena comida +  precio aceptable = mucha gente. Los resultados están a la vista. Regresé al 2011 contento. Salud 1980!





  EL BARÓN DE LA CERVEZA


Cuántas veces les habrá pasado sentarse en algún lugar con amigos -pongamos con tres- abrir una carta, leer "picada para cuatro personas" y caer en la trampa, para terminar peleando contra nuestros compañeros por el último pickle -incluso aunque no nos gusten- porque no sabemos cómo hacer para que el bagre enfurecido deje de aullar ante la estafa. Por eso, cuando esa noche leí "Hamburguesa 1980 PARA DOS PERSONAS" me mofé, junté las yemas de los dedos de ambas manos apuntando hacia arriba y me reí a carcajadas... y pedí esa hamburguesa para probar mi punto, seguro de la exageración de la publicidad. Esta moza tan agradable y bonita a la que refirió el Catador volvió para advertir tanto a Zero Alcohol como a mí -los escépticos-, que la hamburguesa era PARA DOS PERSONAS. "Sé, sé nena, vos traé lo que te pedimos", fue nuestra contestación, palabras más, palabras menos. "No la van a terminar", sentenció la moza, y fue como si me dijera "¡A que no!".  Cuando llegó, lo que llegó era un ejemplar colosal que no parecía de este mundo, y por más que tomé aire -y varios lisos- y la encaré con paciencia y dedicación, no pude con ella... con la hamburguesa me refiero, jeje. Créanme peñistas, reconozco públicamente mi derrota, esa hamburguesa ES para dos personas, Zero Alcohol y el Catador apenas pudieron salir airosos de la pelea contra una.

Hablando sobre todo lo demás, 1980 me dejó una muy buena impresión. Todo lo que pedimos llegó rápido y en su punto justo. Los lisos son majestuosos en cualquiera de sus tamaños y estaban bien fríos (quedó pendiente para otra noche donde me "aguanten los trapos" otros borrachines ese metrochopp marca registrada del lugar, que alteraba los nervios al verlo desfilar hacia otras mesas), los ingredientes frescos -cosa poco habitual-, el lugar no es taaan cómodo porque suele llenarse pero tampoco es algo grave, y la atención sobresaliente, porque más allá de "flechazos" y esas cosas (en las que no nos vamos a extender porque no nos conviene), la verdad es que ha sido éste el ítem más flojo en las incursiones de Sin Buscapina por Santa Fe, y esta noche, como bien lo señaló uno de los peñistas invitados, fue diferente porque "todo cambia cuando te atienden con buena onda". Suscribo.

Ah, una recomendación: cuando vayan al baño, sea al de varones o al de mujeres, CUIDADO CON LA CABEZA, ya hubo varias malas experiencias... 1980 lugar obligado para peñistas que se precien. ¡Hagan sus reservas o vayan temprano, y a reirse y disfrutar entre amigos de una noche a pura nostalgia!





 ZERO ALCOHOL


Poco que agregar. Me sorprendió el nivel etario de los clientes (de treinta para arriba, mucho más arriba). Lamentablemente no pude chequear el interior del local ya que todo estaba reservado, así que sólo juzgo la vereda, amplia y con una buena cantidad de mesas bien espaciadas, aunque poco acogedora para la noche fresca que nos hizo. En el rubro bebidas no alcohólicas trabajan con pepsi chica, incluída su versión light. La hamburguesa 1980 superó todas las espectativas: una mutación de la naturaleza del tamaño de una tarta mediana. Y si pensamos que de ella comen dos personas holgadamente por 36 pesos, resulta barata si consideramos que por 18 pesos estamos degustando lo que en otros lados nos saldría 10 pesos más caro. Sólo remarcaría que el pan no era el mejor para este tipo de plato, y que las papas fritas alcanzaron justo. Ah, y muy buena la atención de la chica que nos tocó en suerte como moza. Muchacha que logró flechar el corazón de un peñista, lamentablemente sin reciprocidad hasta la fecha.

NOTA: la carta con fotos de íconos ochentosos es un buen detalle, aunque por ahí se colaron personajes de otras décadas como Popeye y Linda Carter en su rol de Mujer Maravilla. Y no vale decir que está bien porque repitieron esos programas durante los ochentas. No, no. Con esa excusa meteríamos a Los Invasores, serie de los sesentas. Pocos estarían de acuerdo. (Tampoco es tan grave, no me peguen).








Calificación General


3.86

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