Lugar: ATENEO INMACULADA RESTAURANT
Dirección: Cruz Roja Argentina 1551
Junio 2012
EL BARÓN DE LA CERVEZA
Bien al sur, donde a la ciudad se le notan las arrugas (ya
no es una nena, pasó holgadamente los cuatrocientos), se esconde el restaurante
del Club Ateneo Inmaculada. Visité este lugar varias veces en los últimos años,
aunque hacía mucho que no me daba una vuelta, y la impresión fue tan buena como
siempre. Desde que uno entra se encuentra con un ambiente agradable, espacioso,
apto 100% para peñas de mesas largas como la nuestra. El mozo nos atendió muy
bien, aunque en un momento mezquinó poner una mesita más para una pareja que
llegó rezagada a pesar de que le había anunciado un buen rato antes que
necesitaba un par de lugares adicionales. ¡Póngase las pilas con Sin Buscapina,
amigo "mosaico", sobre todo cuando uno de los rezagados es ex-alumno
de Inmaculada! Bien, pasando a la comida, en una carta amplia, con mucha
variedad, hay riesgos de que se haga carne aquel viejo dicho popular "el
que mucho abarca, poco aprieta", pero al menos en mi opinión este lugar
fue la excepción a esa regla. Todo lo que he probado en cada visita me dejó muy
satisfecho. Esa noche empecé con una empanada frita de carne salteña sublime, y
como me pintó dejar de hacer experimentos probando lo "raro" del
menú, opté por un clásico: la "milanga" a la pizza con fritas. Para
acompañar el manjar, un tinto "Los Árboles", y de postre otro clásico
que hace las delicias de grandes y chicos: el budín casero con dulce de leche.
La cuenta llegó con precios más que aceptables, a pesar de que hicimos -o hice-
un buen lío a la hora de recaudar los fondos para levantar el muerto. El vinito
puede haber tenido la culpa, pero no tengo pruebas concluyentes para acusarlo.
Después, a casa a descansar, con la pancita llena, el corazón contento y la
satisfacción del deber peñístico cumplido una vez más.
Fria noche en la que nos aventuramos por el sur santafesino,
con algunas ausencias, con avisos por cierto. Yo era casi una de ellas, pero a
ultimo momento me anoté en la partida.
Hacia muchos años que no pasaba por este lugar que hoy nos
convoca, desde un cumpleaños de la condesa si mal no recuerdo, y al club desde
que era deportista en mi adolescencia. Y debo confesar que en ambos casos pasó
mucho tiempo y por suerte encontré el comedor muy renovado.
Debo reconocer también que, como me habían anticipado
amigos que le hacen visitas mas frecuentemente, la atención fue muy buena. Fuí el primero en llegar asi que tuve tiempo para charlar unos
minutos con el mozo, comprobando su más que buena predisposición a acondicionar
el espacio a nuestros requerimientos.
Si bien era un día en que me quería cuidar con las comidas,
terminé inclinando mi elección por un pollo al ananá con papas en cubos, y no
me equivoqué, resultó de lo más sabroso. Esta vez lo acompañé con agua
saborizada, que no es mi costumbre pero como ya dije me estaba cuidando.
Lamentablemente postre no pedí. En síntesis: el comedor
del club Ateneo es un salón muy familiar y también recomendable para ir de peña
con amigos, como pudimos ver los que en esa fría noche santafesina nos
juntamos.
Dr NO
En primer lugar, casi no encuentro el lugar. Digan que llevé mi GPS que si no... está medio escondido!!!
Apenas abrí la carta me ardieron los ojos: ¿Ratatuíl? ¿Albaca? ¿Omelet? ¿Dónde aprendió a escribir esta gente? Pff. Otra cosa señor mozo, a ud. le hablo: ¿Tanto problema es sumar dos personas a una mesa de jerarquía como la nuestra? ¿Hay que ser Político o algo así para que se nos respete? ¡No sé si lo vió, pero no soy el "DOCTOR NO" por nada eh! Después de eso, comí y tomé todo lo que pude, me hice el que había pagado y dejado propina y me fuí antes para ver Tinelli metido en la cama con la bolsa de agua caliente. Los demás, fanáticos de la mediocridad como son, hagan lo que quieran, yo no pienso volver.
Calificación General
3.12
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