Lugar: Laguna Picada
Dirección: Echagüe 6209
Octubre 2011
EL BARÓN DE LA CERVEZA
Desde que Armando Barreda intentó abrir la puerta, la misma no cedió, "quedó pagando" y los demás rompimos en una carcajada, supimos que esa iba a ser una noche para recordar. Con la presencia estelar de dos invitadas seguidoras del blog, peñistas de alma, las conversaciones giraron en torno a series y música de nuestra infancia. Para acompañar charlas tan agradables y un clima tan ameno, Laguna Picada se comportó como un muy buen anfitrión. Algunos, para empezar, degustamos un vinito Estancia Mendoza (no pagó la publicidad en nuestro blog, pero le hacemos la segunda de onda), muy recomendable sí, pero era noche para cerveza, así que los lisos comenzaron su desfile cual si se tratara de modelos de Giordano en Punta del Este. Y ya que hacemos la analogía, estaban tan buenos, que serían como si Sofía Zámolo (reemplacen con la que más les guste si quieren) se hubiera convertido en lisos. Una delicia. Agrego que hay Isenbeck o Warsteiner para optar (también de onda la mención muchachos, a ver si alguna noche hacemos canje). Para comer, nos decantamos por una picada para dos personas a compartir con una de las peñistas invitadas, la que hoy está debutando como nueva integrante de Sin Buscapina, dándole el toque femenino que faltaba en las reseñas. ¡Bienvenida Condesa Descalza! La "Picada Lagunera" -nuestra elección- es un colosal barquito de madera que viene cargado de milanesas de pescado, empanaditas, rabas, escabeches, en fin, repleto de ingredientes derivados de bichos que pululan bajo enormes masas líquidas, aunque uno podría pedir menos fauna ictícola marina y mayor predominio de la de agua dulce teniendo la Setúbal enfrente, de cualquier manera todo muy fresco y sabroso, a excepción de uno de los ingredientes, algo difícil de identificar pero que parecía un escabeche de algún organismo invertebrado, ayúdeme a clasificarlo, Condesa, jajaja. El molusco -o lo que sea- no molestaba, pero era tan insípido como olvidable y desentonaba. Las papas fritas que acompañaron la "Lagunera", en cambio, estaban perfectas aunque no tenían sal, y eso en mi caso es algo que prefiero. Laguna Picada no parece demasiado grande a primer golpe de vista, pero si sumamos planta baja, primer piso y vereda, hay muy buen espacio para largas mesas de amigos, aunque recomiendo hacer reserva para esos casos porque suele tener numerosas convocatorias en la temporada veraniega. El mozo que nos atendió y muy bien -acorde al nombre del lugar y de la "picada lagunera"-, tuvo una "laguna mental" y al taernos "la adición" olvidó sumar la mencionada picada, pero como Sin Buscapina es incorruptible denunció el error y garpó lo que correspondía, salvando al "mosaico" de ver disminuido su sueldo en 90 pesitos. De cualquier manera los precios son casi-casi excelentes. Por estar ubicado en la zona de la Costanera santafesina y ocupar una casa muy linda, con aspecto de cabaña, se podría esperar más violencia en la factura, pero se agradece infinitamente que se piense en los flacos bolsillos de los peñistas sin que la calidad o cantidad de la comida se resienta. Así como las luces se encendieron y se abrieron las puertas a nuestra llegada -bueno, no se abrieron enseguida, como lo pudo comprobar Armando Barreda-, a nuestra retirada se empezaron a apagar y giró la llave en las puertas. Subimos a nuestros barcos (uno casualmente era un Renault Laguna, ahora que pienso) y Laguna Picada fue quedando lejos en el horizonte. Nos despedimos, alzando las copas, blandiendo sables y disparando tiros al aire, prometiendo volver pronto y tomar una vez más este puerto por asalto, como famélicos piratas dispuestos a vivir otra noche para el recuerdo.
CATADOR TEMPLARIO
Personalmente siempre pienso en los lugares a donde concurrimos como posibles destinos en el caso de que tenga que invitar a alguien que viene a visitar a nuestra querida Vera Cruz. Hay lugares emblemáticos, claro que hacen toda una apología de la cultura del liso o de las picadas (como ya hemos transitado en otras entregas) pero hay muy pocos que conjugan ciertos elementos de la ecuación: paisaje o entorno+oferta gastronómica+precio obteniendo un resultado positivo.
Laguna Picada es uno de estos sitios. La noche en cuestión se presentaba más bien fresca y bastante ventosa por lo que optamos por guarecernos en el interior del local, pero noches dónde el liso es más que bienvenido para aminorar temperaturas estar de frente a nuestra Setúbal al levantar el vaso y brindar es algo casi obligatorio.
La oferta gastronómica está acorde al lugar, desde las picadas a las pizzas, de hecho éstas últimas las probé junto a otros comensales y resultamos satisfechos. Los precios más que favorables y sí, yo puedo sacrificar un poco de "Decó" por la ubicación, la comida y el precio. No se pierdan de una tardecita/noche de verano frente a la laguna, aunque esté picada...
Laguna Picada es uno de estos sitios. La noche en cuestión se presentaba más bien fresca y bastante ventosa por lo que optamos por guarecernos en el interior del local, pero noches dónde el liso es más que bienvenido para aminorar temperaturas estar de frente a nuestra Setúbal al levantar el vaso y brindar es algo casi obligatorio.
La oferta gastronómica está acorde al lugar, desde las picadas a las pizzas, de hecho éstas últimas las probé junto a otros comensales y resultamos satisfechos. Los precios más que favorables y sí, yo puedo sacrificar un poco de "Decó" por la ubicación, la comida y el precio. No se pierdan de una tardecita/noche de verano frente a la laguna, aunque esté picada...
LA CONDESA DESCALZA
Primero lo primero, muy mal eso de no abrir a la hora estipulada. Segundo, peor aún, que la gente de la cocina y los mozos estuvieran jugando al truco a la vista de cualquiera que quisiera mirar.
Pero, en honor a que éste es mi bautismo de fuego peñero, tratemos de ver el lado bueno de las cosas.
La carta es, digamos normal, no hay grandes cosas (tampoco se las espera, por otra parte), hay picadas, sándwiches y minutas. La parte dulce no desentona, postres helados industriales, chocotorta (aunque usted no lo crea), tiramisú y otro más cuyo nombre escapa a mi memoria, aunque hay que consultar disponibilidad.
Habiendo llegando la totalidad de los peñistas, procedimos a hacer el pedido, decidiendo compartir una Picada Lagunera, para dos, con el Barón de la cerveza.
Primer punto a favor: No sólo era para dos personas, era para dos personas con hambre. Bien ahí, nada de esas picadas pijoteras que te sirven en otros lados.
Segundo punto a favor: El liso, bien frío y bien tirado (no se rían, aún en Santa Fe, hay lugares donde el liso deja bastante que desear).
Veamos el contenido de la picada en detalle:
Cazuelita de pescado: Excelente, aunque sabrá dios qué pescado era.
Ensalada de kani kama con apio y manzana: Muy buena, aunque hay que ser bobo para que te salga mal.
Milanesas de pescado: También excelentes y también sin especificar especie.
Rabas: La fritura estaba seca, pero le habían dejado una especie de membrana elástica bastante desagradable, antes de empanarla.
Papas fritas: Espectaculares.
Cazuelita de tentáculos de pulpito en escabeche: El punto flaco de la cuestión, no tenía gusto a nada y fue lo único que quedó sin comer.
La atención, no muy buena, teniendo en cuenta la poca cantidad de mesas ocupadas.
El baño de mujeres, increíble la limpieza, el tamaño y, sé que las lectoras me van a entender, ¡tenía gancho para colgar la cartera! Por lo que escuché, el baño de hombres también estaba impecable.
A la hora de los postres, decidimos rumbear para otro lado. Como la Iglú estaba cerrando, recalamos en la Manalú; lamentablemente no puedo decir nada acerca de los helados, porque no tienen bandejitas plásticas, para aquellos que como yo, no quieren comer ¼ kg de helado y no nos gustan los vasitos de pasta. Ergo, esta tarea recaerá en los peñistas que si comieron.
Resumiendo, un lugar al cual es factible volver.
La carta es, digamos normal, no hay grandes cosas (tampoco se las espera, por otra parte), hay picadas, sándwiches y minutas. La parte dulce no desentona, postres helados industriales, chocotorta (aunque usted no lo crea), tiramisú y otro más cuyo nombre escapa a mi memoria, aunque hay que consultar disponibilidad.
Habiendo llegando la totalidad de los peñistas, procedimos a hacer el pedido, decidiendo compartir una Picada Lagunera, para dos, con el Barón de la cerveza.
Primer punto a favor: No sólo era para dos personas, era para dos personas con hambre. Bien ahí, nada de esas picadas pijoteras que te sirven en otros lados.
Segundo punto a favor: El liso, bien frío y bien tirado (no se rían, aún en Santa Fe, hay lugares donde el liso deja bastante que desear).
Veamos el contenido de la picada en detalle:
Cazuelita de pescado: Excelente, aunque sabrá dios qué pescado era.
Ensalada de kani kama con apio y manzana: Muy buena, aunque hay que ser bobo para que te salga mal.
Milanesas de pescado: También excelentes y también sin especificar especie.
Rabas: La fritura estaba seca, pero le habían dejado una especie de membrana elástica bastante desagradable, antes de empanarla.
Papas fritas: Espectaculares.
Cazuelita de tentáculos de pulpito en escabeche: El punto flaco de la cuestión, no tenía gusto a nada y fue lo único que quedó sin comer.
La atención, no muy buena, teniendo en cuenta la poca cantidad de mesas ocupadas.
El baño de mujeres, increíble la limpieza, el tamaño y, sé que las lectoras me van a entender, ¡tenía gancho para colgar la cartera! Por lo que escuché, el baño de hombres también estaba impecable.
A la hora de los postres, decidimos rumbear para otro lado. Como la Iglú estaba cerrando, recalamos en la Manalú; lamentablemente no puedo decir nada acerca de los helados, porque no tienen bandejitas plásticas, para aquellos que como yo, no quieren comer ¼ kg de helado y no nos gustan los vasitos de pasta. Ergo, esta tarea recaerá en los peñistas que si comieron.
Resumiendo, un lugar al cual es factible volver.
Calificación General
3.66
Gracias por la bienvenida!!!! Vemos además una foto de Agustín, el perro que ya era parte del personal lagunero, que fue atropellado por un auto, llevado a una veterinaria y retirado por una señora que, aparentemente, lo sacrificó :(
ResponderEliminarComo peñista invitada participé de la reunión lagunera y pedí para compartir una picada para dos que incluía una cazuela de lomo, una de pollo, una de pickles, y una de salchichas, pero... lomo no había!!! por lo que nos trajeron una cazuela de pollo en reemplazo del lomo, lo que sumó dos cazuelas de pollo!!! :-\
ResponderEliminarPrimer punto en contra: El precio no varió en absoluto a pesar del reemplazo.
Segundo punto en contra: La picada era para dos personas con poca hambre.
Tercer punto en contra: Poca predisposición para ofrecer algo que valiera la pena en reemplazo del lomo.
Suma puntos la buena compañía.