jueves, 16 de junio de 2011

Orígenes 2

Lugar: Café HAVANNA peatonal
Dirección: San Martín 2433
Mayo 2011


  EL BARÓN DE LA CERVEZA



Y como lo contó El Catador Templario en "Orígenes", un buen día volvimos al lugar donde comenzó todo. El azar, el destino, el caos, vaya a saber qué, quiso que los demás peñistas invitados no pudieran asistir por motivos diversos y así los tres fundadores de la peña de jueves volvieron a reunirse en el Café Havanna, en el corazón de la peatonal santafesina, un poquito más de un año después de aquel primer "cafecito", viviendo un incomparable deja vu. Además, como en aquella oportunidad, estuvimos sentados afuera porque adentro estaba repleto y, si me apuran, creo que hasta nos sentamos en la misma mesa. En fin, sin detenernos demasiado en estos sincronismos, vamos a lo nuestro: Havana, en cuanto a la cafetería, no defrauda. Mi café se llamaba "Deleite", y en honor a la verdad tenía bien puesto el nombre, pruébenlo y después me cuentan. Lo acompañé con un tostado que... bueno, sinceramente no era lo mejor, este apartado obviamente no es el fuerte de Havanna. Rico, pero escaso y lejos de un precio acorde. Lo que sí tienta es la parte de dulces. No probé nada esta vez, solamente una masita con chocolate que vino con el coffee, pero la carta tenía un lindo diseño con fotos de tortas, masas y, obviamente sus célebres alfajores. Para los días más frescos, Havana tiene un interior cálido, algo falto de espacio, pero muy agradable, y para los días en que el clima es más benévolo y se puede hacer exteriores sin problemas, la peatonal santafesina -creo que coincidirán conmigo mis compañeros y santafesinos en general-, ofrece en cualquier horario inigualables bellezas naturales, difíciles de encontrar en otros lugares del planeta. A veces esto conspira porque se nos enfría el café, se pierde el hilo de las charlas, etc. pero sin lugar a dudas es un punto más a favor de este lugar. Gracias por todo Havanna, volveremos para celebrar otro aniversario.


 EL CATADOR TEMPLARIO



Como decía el peñista fundador, Barón, mucho de Deja Vú había en esta convocatoria semanal. En parte relaté las razones en "Orígenes" anteriormente. Pero debo agregar que reencontrarme con los sabores de este café ya me traen recuerdos de más atrás en el tiempo. Sobre todo en lo relativo a los alfajores de internacional calidad.

En mi caso degusté un Latte de chocolate que si venís con el estómago medio vacío es ideal para darte ese empujoncito para seguir hasta la cena. Los pro y los contras de la presentación de esta variedad son:
- PRO: El envase descartable lo hace práctico para llevarlo "al toque" y seguir caminando sin parar de saborear.
- CONTRA: Le quita a su vez este envase esa calidez de la taza que hace al cuerpo de todo café y que te invita a esa pausa, disfrutando de ese tiempo.

Para mí, que me tomo esas pausas a modo contemplativo, rige lo segundo a rajatabla, pero siempre está el apurado al que le puede servir lo otro.
Sentarme en la peato, no es lo que más me gusta pero la tarde transcurrió tranquila entre comentario y comentario. Me hubiese gustado desparramarme en el livingcito que tiene al fondo el local pero estaba ocupado. Otra vez será. Jode un poco sí, que la moza venga a cobrarte con el tema de entregar el turno, en fin.

Un lugar harto recomendado, no se olviden antes de retirarse de llevarse un Havannet de postre. Uno solo, porque lo otro está medio salado.



 ZERO ALCOHOL


Un sitio donde lo que se toma es demasiado delicioso (el latte es insuperable), y lo que se come no se queda atrás (los tostados son abundantes y adictivos). La vista además es impagable y hasta nociva (nos sentamos fuera del local, sobre la peatonal misma). Pero el lugar tiene dos problemas importantes: ahora que viene el frío, si uno desea ubicarse en el interior, seguramente no encontrará mesa libre con facilidad. El local es muy chico y siempre está abarrotado de gente. Y lo otro es la escasez de personal para atender. La chica estuvo atenta, pero siempre existirán demoras por este motivo. Por lo demás, es un sitio de precios acordes al lugar, y deliciosa carta llena de cosas tentadoras.


 

Calificación General
 
 
 3.31

5 comentarios:

  1. Puedo acotar?
    (Hagamos de cuenta que sí... Permiso...)
    No les pareció que los tostados demoraron una eternidad?
    Probaron el café Havana? Con leche condensada.. es lo más! Pero en el tostadero Iris hay otro más rico (y más grande)
    Para terminar, yo instalaría un sofá en la peatonal...

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  2. El Barón de la Cerveza17 de junio de 2011, 10:33

    Acote, acote nomás, anónimo. El tostado demoró bastante, coincido. El café Havana con leche condensada es genial, lo probé y es buenísimo el dato de que en Iris hay otro más rico y más grande. El comentario de Iris lo verás en las próximas semanas porque ya fuimos... el "capuccino argentino" es fabuloso. ¡Y apoyo totalmente lo del sofá en la peatonal! Ah, a mi compañero Catador Templario: estoy 100 por ciento con el NO ROTUNDO al envase descartable para el café, pero gustos son gustos...

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  3. Aclaro el misterio del vasito descartable: te lo dan sólo si te sentás afuera porque supuestamente mantiene la temperatura de café más que una taza...

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  4. El Catador Templario17 de junio de 2011, 14:40

    Es verdad, el año pasado cuándo nos juntamos por 1ra vez el Latte fue con taza porque nos sentamos atroden. Igualmente el vasito no tiene "mística". Saludos

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  5. En los distintos días y horarios en que he ido a Havanna siempre he disfrutado de un buen pasar. Coincido en que el espacio dentro del local es limitado; también en que haría falta mas personal. La calidad de la cafetería y de los productos dulces es excelente. Nunca pedí un tostado, y por lo que ha dicho en su crítica El Barón de la Cerveza, creo que nunca lo haré. El café en vasito es una buena opción para aquellos que a veces andan a las corridas haciendo trámites y no tienen tiempo de sentarse a disfrutar con tranquilidad de su café, pero que su cuerpo les reclama cafeina. Saludos.

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