miércoles, 5 de octubre de 2011

El aceite que quería ser grasa

Lugar: ÁGORA Restó Bar
Dirección: Urquiza esquina Santiago del Estero
Agosto 2011



  ZERO ALCOHOL

Ubicado sobre la margen del revivido Mercado Norte, el lugar presentaba varias incógnitas derivadas de una prejuiciosa mirada externa.  Parecía a simple vista un sitio destinado a paladares sofisticados, con una columna de precios por encima de los valores promedio para el peñista de clase media.  Me equivocaba (parcialmente) con lo primero. Y acertaba con lo segundo. Dejaré que otros comensales hablen sobre la oferta gastronómica. En mi caso disfruté de un buen plato de ravioles con tuco (ni escaso ni abundante, justo) que fue coronado por un postre con mouse de chocolate y del que no recuerdo el nombre. Pero lo cierto es que no todos salieron satisfechos como yo, situación que empañó una noche que venía “bien”, sobre todo por la  esmerada atención de la simpática moza que nos tocó en suerte. Ya se enterarán con el correr de los comentarios. Lo cierto es que mi nota reflejará mi experiencia personal, pero atención a las quejas que se vienen. Sólo adelante que hubo gente que dejó la comida a medio terminar. Así de grave.



  EL BARÓN DE LA CERVEZA


Solamente había visitado una vez Ágora, el verano pasado, donde apenas tomé unos lisos y comí una pizza. No había tenido oportunidad de conocerlo en mayor profundidad hasta esta noche... y la experiencia sinceramente no fue la más feliz. Tengo problemas con los lugares que pretenden ser más de lo que realmente son, y éste es un claro ejemplo. Pero empiezo por lo que sí me gustó, porque sí hay cosas positivas y lo verán en mi calificación, pero que en la valoración final no compensan: El lugar me gusta, primero por la ubicación, en una esquina que tanto tiempo vimos abandonada y hoy luce renovada, y cuando el Mercado Norte vuelva a tener actividad (esperemos que sea pronto), este lugar estará definitivamente recuperado. En segundo lugar, Ágora está muy bien puesto, bien iluminado, con grandes ventanas a la calle, con un sector arriba que me quedé con ganas de visitar, tiene pantallas de tv, wi-fi, es amplio en el interior y en época de temperaturas más altas el exterior es muy disfrutable, con la preciosa plaza de los Constituyentes enfrente. También destaco la atención. Nos esperaron y recibieron en la puerta, no nos dejaron faltar nada, todo muy bien... pero ahí termina lo positivo. No más abrir la carta, veo que se cobra "servicio de mesa"... Mmm, puedo nombrar varios lugares que le sacan diez vueltas a Ágora y no cobran servicio de mesa, pero en fin, sigamos: "Los platos gourmet tienen una demora aproximada de 40 minutos porque se elaboran en el momento". Todo bien, bárbaro, lógica demora, y ahí nomás me pedí un plato gourmet: un filet despinado de boga con papas cubo y "suave crema de queso azul". Repito lo que dije hace algunas semanas cuando visitamos La Malagueta y pedí boga también: estamos en Santa Fe, y con el pescado tenemos que ser exigentes. Reivindico la boga de la Malagueta ahora que la comparo con ésta. La otra era más sabrosa y estaba mejor preparada. Pero a pesar de perder en la comparación, podría hasta ganarse un "aprobado" si queremos ser generosos, lo que sí no zafaba eran las papas cubo. Un lugar que te sacude con los precios como si estuviéramos en un restó de Puerto Madero y te traen papas o milanesas fritas en aceite viejo no me motiva mucho ni para volver ni para recomendar. Menciono las milanesas porque dos peñistas las sufrieron, las papas las sufrí yo, que a las seis de la mañana tuve que levantarme para incumplir el mandato inquebrantable de este blog y ¡horror! ¡tomarme una Buscapina para aliviar al pobre hígado! Para que quede claro: hay lugares que pueden parecer caros y en realidad no lo son, porque uno come algo bien preparado y abundante, paga el precio que corresponde con gusto y se va contento a su casa... y hay otros lugares, como Ágora, que parecen caros y ¡sí penistas, son caros! Y uno vuelve a su casa sin encontrar justificativo al precio que pagó... y encima tiene que levantarse a la madrugada a tomar Buscapina.
 


  ARMANDO BARREDA

A ver, al igual que mi viejo amigo el Barón, yo ya había visitado el lugar en otras oportunidades, y aclaro que la comida gourmet no es lo mío, así que siempre estuve en el rango de las pizzas y calzones. Las veces que fui no salí decepcionado, distintos mozos y siempre excelente y esmerada atención. Pero bueno, esta vez fue distinto.
En mi caso pedí un calzon de cebolla, y no me decepcionó para nada, a duras penas  pude terminarlo. De bebida me incliné por los lisos ya que habíamos empezado con el catador cuando llegamos. Finalmente postre no comí, ya era demasiado. Por mi lado destaco la atención, y la ambientación también me gustó bastante, el lugar se adapta a disitintos tipos de reuniones fácilmente. Lamentablemente no todos los comensales corrieron mi misma suerte y como apuntaron no pudieron ni terminar el plato, hecho que  nos decepcionó a todos esa noche. Creo que el punto flaco estuvo en la comida gourmet, y esto lo había ya notado cuando fuí con otros amigos de reconocido paladar. Resumiendo, "Ágora" no me pareció mal lugar, me gusta ir y lo seguiré visitando cuando pueda. Eso sí, no me voy pedir platos sofisticados.

 
  


 EL CATADOR TEMPLARIO

Luego de la experiencia de La Malagueta me quedó rondando el concepto de la exigencia de los santafesinos respecto a los platos de pescados. Y la verdad que tiene razón. El tema es que no cualquiera hace un buen pescado. Pero si sumamos el precio que te lo cobran más el hecho de que "podrían" conseguir pescado REALMENTE fresco debido a la incipiente reactivación del mercado, la experiencia se vuelve altamente debatible. El lugar me encanta, está bien ambientado, es cómodo, etc, etc. Pero ese tema del arancel de los cubiertos, muchachos, nos falta para ser una ciudad que se destaque por la oferta gastronómica, no jodamos. No podés pretender que una milanga tarde 40' y que encima sea incomible!!! En el Palacio de la Papa Frita te sacan una milanga a caballo en 10', te ocupa la mitad de la mesa y te cuesta 20 pesos!! Que no se nos suba los humos de la gente que viene por el TC o por la Copa América. Hagámonos cargo de lo que somos y tratemos de que el comensal se vaya satisfecho. En mi caso mi Calzone de verduras estaba bien. Nada más.












DR NO


Ésta me la dejaron picando. Coincido totalmente con El Catador Templario:  supe exactamente cuándo iba a estar la boga por la baranda a pescado que se venía de la cocina. Impregnó el ambiente, me impregnó a mí y a mi ropa. Si hay algo que detesto es irme de un lugar con baranda a morfi. Todo bien si es una fonda, pero si cobrás cubiertos, ahhh noooo. Al menos comprate un extractor de aire súper industrial y uno de esos chirinbolos que tiran perfume a cada rato!!
Ni hablar de las comidas que llevaban aceite. La próxima nos llevamos nosotros una botella para asegurarnos que no nos cocinen con aceite reutilizado por vigésima vez. Incomibles los platos que requerían de este insustituíble elemento
Además: ¿5 pesos los lisos? ¿Servicio de mesa? ¿Dónde me trajeron, estamos en Punta del Este?











Calificación General


2.62

7 comentarios:

  1. Como socio honorario de los entrañables encuentros peñistas siento la obligación moral de aportar mi comentario.
    Dada mi poca afección a la buena comida y mi paladar indiferente a la calidad culinaria han pasado de largo para mí otras oportunidades de aportar mi opinión.
    Si bien en lo personal lo que cuenta es la grata compañía y la cerveza fría… y abundante, no puedo dejar de pensar, de soñar incluso con la monstruosa milanesa traumática que llegó a mi plato en aquella oportunidad.
    Un poco acobardado por el precio me animé a pedir una milanesa con puré buscando calmar mi hambre con un plato sumamente tradicional.
    El desafío de cortar la milanga y luego de masticarla fue un duro golpe a mi moral, pero aquel rancio sabor que empezó a desparramarse por mi boca me convenció totalmente de abandonarla a su suerte en el plato dejando la basura se la lleve piadosamente… ¡el puré estaba excelente!
    Mi amigo Barón de la Cerveza dice muy bien que la peña es sin buscapina, lamentablemente fue un recurso necesario para lograr disolver los nervios y cartílagos bañados en aceite viejo enredados en mi intestino.
    Para terminar voy a formular mi pedido que va dirigido al señor cocinero: ¡Haga el intento de comer Ud esa milanesa!

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  2. He ido varias veces, he comido pizzas, calzones y una especie de tacos que tienen un nombre que escapa a mi memoria y nunca he salido decepcionada. Si recuerdo haber pedido una cheesecake francamente difícil de reconocer como tal.
    También he pedido algunos platos gourmet, que, seamos honestos, cualquiera con un poco de horas de cocina, los hace, pero bueh...estamos en Santa Fe y es lo que hay :)
    Me gusta mucho el lugar, es amplio, bien iluminado y la atención es excelente, así que seguiré yendo. Eso si, milanesas....nunca.

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  3. El Barón de la Cerveza5 de octubre de 2011, 23:41

    Jajaja, gracias por los aportes a ambos. Al bufón le vi la metamorfósis en la cara mientras probaba su milanesa. Doy fe que hizo un valiente intento por comerla y luego digerirla... pero hay límites que el cuerpo nos pone a veces, con sabiduría, para nuestra propia conservación. Pero es como vos decís Nialtaniflaca, el lugar está bueno y te atienden bárbaro, así que es cuestión de evitar los platos "conflictivos", o bien que algún valiente haga la prueba, como en la antigüedad, cuando un lacayo probaba la comida del rey por si estaba envenenada, jajaja. ¡Saludos!

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  4. Golosa por Naturaleza8 de octubre de 2011, 15:40

    El postre del que hablaba Zero Alcohol se llama "Chocolate Marquees", no estaba en su presentación típica sino en una mezcla de chocolate blanco y negro pero estaba muy rico.

    Recomendación para los peñistas: Si te cobran cubiertos y te traen comida incomible, estás en tu derecho de devolverla o pedir que la preparen de nuevo, lección del consumidor 01.

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  5. El Barón de la Cerveza8 de octubre de 2011, 18:26

    ¡Gracias por el dato! Ni nosotros lo sabíamos ni creo que haya mucha gente que esté al tanto. ¡Saludos! :)

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  6. Por el solo hecho de estar pagando, tenés todo el derecho del mundo de pedir que te den algo comestible. Reconozco que a veces, el fastidio es tan grande (y el miedo a que te lo sirvan con "agregados biológicos" jajaja), que nos quedamos en el molde.

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  7. El Barón de la Cerveza11 de octubre de 2011, 19:54

    Jajajaja, los famosos platos "especiales". Pero tenés razón, al menos yo, en eso hago un "mea culpa" (no es un chiste, jeje), hay veces que me quedo callado, a lo mejor para no calentarme y pasar un mal rato, entonces no me quejo como debería, y al fin y al cabo uno está en su derecho. Así, pago y me voy para nunca más volver, pero no soluciono nada, lo que corresponde es quejarse si algo no está bien para que se tome la debida nota... y después sí, ir a comer a otro lado, para evitar los "aditivos", jajaja.

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