martes, 12 de abril de 2011

¿Y dónde está la sal?

Lugar: Club Sportivo Candioti
Dirección: Gdor Candioti 1955
Marzo 2011






  EL BARÓN DE LA CERVEZA


Hace un tiempo un peñista hoy radicado en la capital cordobesa me hizo conocer este lugar con fama de tener excelente parrillada y pastas caseras. Alguna noche de invierno me acuerdo haber disfrutado unos fabulosos ravioles con mixta. Pero atrás quedó esa noche, ésta, a pesar de que fue una peña animada, numerosa y con reencuentros gratos, no lo fue tanto en el aspecto gastronómico. 

El hecho de haber estado a un 40% de mi capacidad debido a una "ingesta medicamentosa" no quita que los ñoquis a la crema que pedí no tenían gusto... y por lo que comenté con los demás peñistas mi caso no fue el único. Tomé gaseosa, está bueno que tengan versiones familiares; la cerveza en frapera también es un punto a favor, el lugar está a cubierto, muy bien para invierno, pero para una noche de otoño se sufrió un poco el calor, no había ventiladores encendidos. 

Los precios están bien, aunque a los platos no les sobra nada. Mucha gente, familias y otros peñistas, se ve que el lugar es de visita obligada para muchos que ya lo conocen. En mi caso particular, me fui con sabor a poco (literalmente), tal vez en otra oportunidad la cocina esté más inspirada. Para visitar alguna noche fría, sin ponernos demasiado exigentes.


 EL CATADOR TEMPLARIO 


Sentimientos encontrados....
Esa frase (propia) sonó en la mesa y varios peñistas se adhirieron. ¿Cómo explayar sobre lo dicho? Digámoslo así. Es un día de frío. De esos de invierno, crudo. Hay nubes altas que no predicen lluvia pero que bloquean lo suficiente los rayos del sol como para impedir calentar la lleca y el corpore. Por alguna razón fuiste a Paraná, visitas de amigos, novia, paseo o simplemente a tomar unos mates al Urquiza. Día domingo. Volviste tarde a propósito para evitar el tráfico. Promedian las 22 hs y el Fluviales te dejó en la terminal. Volvés a paso acelerado con las manos en los bolsillos para no enfriarte y llegar a tu casa en el barrio Candioti sur, en ese momento caés en la cuenta que no te quedan ni cubitos para la sopa. Todo cerrado. Entonces te acordás del Sportivo Candioti. Y allá enfilás. Esta sería una crónica con final feliz. La búsqueda de una persona, hambrienta, tardía, sin nada en la heladera.


Cosa que no nos sucedió. No fue un dia de frío. No fue la falta de calditos lo que nos llevó a congregarnos en Candioti casi Candioti. No hubo ese romanticismo en el anhelo de la comida por saborear. Nada de eso. Las pastas un tanto desabridas (en mi caso los canelones) no tuvieron que calentar nada. La falta de memoria de la moza comenzaba a impacientar porque se le perdían los ñoquis en su libreta, impacientaba también la violencia con la que tiraba la panera (una para toda la mesa) con la que te revoleaba los platos, chocando con los vasos, es decir la falta de tacto.


Desentonaba el queso del "queso y dulce", no pegaba, estaba muy duro, la porción era escasa por lo que valía. Fue la opción para la falta, la ausencia, del bombón escocés, que le vamo' a hacé. Es decir, la noche se presentaba bien, la compañia de los peñistas era óptima, el lugar presagiaba: club de barrio, mesa a reservar (lo que prometía mucha gente = buena comida - la ecuación que no falla del "bar de camionero"-).


Todo eso que prometía quedó sin nafta. Parecía Racing en el segundo tiempo con Lanús, sin nafta.  Que espero de un lugar así? La CORRECTA gaseosa familiar (estuvo). Los panes/ grisines con el plato de rulitos de manteca. El mozo/a canchero. La carta abundante (estaba, con varidad de vinos para el que gusta) la comida en buen plato y degustable. Y un par de etcéteras. Quizás fue mi error el seguir la pauta de las pastas. Tiempo atrás con otros comensales uno de ellos pidió un entrecot con tortila de papas y se lo envidié. Cuando, en la pasada noche del Jueves, lo ví en la carta lo pensé. Pero me ganó la tendencia.
Sentimientos encontrados....



  ARMANDO BARREDA


La verdad, la noche prometía: era un lugar que no conocía, pero me contaron de su fama en parrilladas y pastas (ya me había decidido por estas últimas aun antes de llegar), y a esto teniamos que sumarle la ya confirmada presencia de varios amigos.


Del lugar puedo decir que no me decepcionó. La cerveza que pedimos estaba bien fría, y aunque hubiera preferido unos buenos lisos, fue una buena alternativa. La carta me pareció accesible y la moza se desempeñó bastante bien aunque parecía algo novata: en este caso los mozos eran todos jóvenes, pero bien igual. La comida, ravioles con tuco, se notaban caseros aunque para mi gusto les faltaba sal. En un principio creí que era sólo una maña mía, pero luego lo confirmé con el resto de los comensales. Finalmente pedí un plato extra de puro glotón, budín de pan con dulce de leche, que generó la envidia del resto de mis compañeros.


En síntesis quedé conforme con el lugar, creo que siempre quedan cosas en el tintero, pero en lo personal insisto en que quedé conforme, y sin duda un plus extra por haber cenado con la inolvidable compañía de viejos amigos con el fondo musical de Placido Domingo y Virginia Tola.



   ZERO ALCOHOL


Poco que agregar sobre esa velada en feriado extra-largo, salvo unas poquitas apreciaciones personales. El ambiente de club me remitió a los comedores de antaño (familiar, con una acústica algo ruidosa), la moza estuvo atenta (no coincido con El Catador en que fuera violenta), y los ravioles que degusté realmente estaban desabridos y hasta algo fríos (mi comida llegó 10 minutos después que la del resto a pesar de haberla pedido al mismo tiempo). Igualmente pienso darle una segunda oportunidad cuando el termómetro no marque más de 18 grados y las calles se pueblen de gente con bufandas.








Calificación General


3.04


7 comentarios:

  1. Estos muchachos cada día escriben mejor!! No paso una semana sin revisar las reseñas para ver donde ir con las chicas. Gracias Sin Buscapina! :)

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  2. El Barón de la Cerveza13 de abril de 2011, 16:41

    Jajaja, ¡Gracias a vos anónimo/a! Solamente espero que no seas uno de los nuestros comentando para "autobombear" el blog. ;)

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  3. Solamente quería comentar que mis ñoquis estaba fríos! realmente esperaba con ansias el plato de pasta bien calentito y bien sabroso y fue decepcionante. Saluditos

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  4. El Barón de la Cerveza16 de abril de 2011, 21:30

    Habrá revancha con los ñoquis en próximas peñas seguramente, en este lugar o en otros. Paciencia peñista invitada, la venganza en este caso será un plato que se coma bien caliente... ¡y sabroso! ;)

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  5. El nieto de don Jacques22 de abril de 2011, 16:14

    Uh, creo que mi comentario no llegó a sus manos porque me olvidé de poner el código de verificación.
    Bueh, trataré de reproducirlo, si bien era uno de mis mejores textos de los últimos tiempos. La cosa iba más o menos así:

    He ido una única vez a este comedor, me llevó mi viejo, que suele ir seguido. Lo escaso de la muestra se debe poco a la calidad del lugar y mucho a mi aparición cada vez más esporádica por la ciudad de Garay (la primera, no la segunda, que es donde estoy ahora).
    Mi recuerdo es de una atención correcta y unos precios muy razonables, si piensan darle una segunda chance, recomiendo el bife encebollado.
    Con respecto a la sal, tengo una hipótesis: la culpa es de los cardiólogos y los hipertensos.
    Con la parrilla zafás más o menos (aunque sabemos bien que no es lo mismo salar el asado antes y después), pero con las pastas y el arroz vas muerto.

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  6. MMM. Para esa fecha la ley anti-sal todavía no se había difundido, por lo que yo lo atribuiría al fin de semana largo y un cocinero agarrado a desgano (por no decir de los pelos) para que labure.

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  7. El nieto de don Jacques26 de abril de 2011, 22:46

    Mi estimado siempre sobrio, mi visita al Sportivo Candioti data de 2010, 2009 a lo más así que el peligro del sodio ya era un tema en todas las sobremesas...

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